Si se emprende con una benevolente pero, al mismo tiempo, crítica curiosidad una visión global de aquel campo de investigación que es denominado por sus pobladores "Economía evolutiva", se pueden retener al menos dos impresiones: Primero, se encuentra uno frente a los ya conocidos y, en otros aspectos de la ciencia económica, utilizados conceptos de "desarrollo" y "evolución", que por lo regular son empleados como sinónimos. Tenemos, entonces, que apropiarnos inicialmente de las concepciones usuales de desarrollo, De esa forma, poseemos un criterio para la identificación de aquellos postulados de la "economía evolutiva", que sólo representan una nueva denominación, sin incrementar el conocimiento, Segundo, "economía evolutiva parece ser la denominación de un inmenso espectro, bajo el cual se han reunido representantes de diversas tendencias de pensamiento para proteger las delicadas plantitas de sus planteamientos de los desbordamientos que producen los aguaceros neoclásicos!. Algunos de estos planteamientos se reivindican como teoría o utilizan teorías establecidas (teoría biológica de la evolución, sinergética, teoría del caos, y otras) para sistematizar sus pensamientos, por lo regular con la pretensión de erigir una nueva construcción de pensamiento económico. No han faltado intentos de agrupar las diferentes elaboraciones de la economía evolutiva a través de un marco teórico -en un esfuerzo por unir mediante un sistema de interrelaciones los eclécticos elementos extraños provenientes de estructuras más fuertes en un paisaje cenagoso generalmente amorfo, Algunos de estos intentos serán reseñados en la segunda parte del texto.