De 1990 a 2000, los ingresos corrientes de la nación, medidos en pesos corrientes, tuvieron un incremento de 10.3 veces, al aumentar de 1.97 billones a 20.28 billones de pesos. En el mismo período las transferencias crecieron más dinámicamente, pues se incrementaron 14.1 veces al pasar de 572 mil millones a 8.11 billones de pesos. Ello provocó un cambio en la proporción de las transferencias frente a los ingresos corrientes, pues éstas incrementaron su participación del 29% al 40.1%, de 1.990 al 2000. Luego del aumento en la participación registrado hasta 1993, cuando las transferencias alcanzaron uno de sus mayores niveles históricos (43.8%), a partir de 1994 se registró un descenso sensible (35.1%), para luego mostrarse una paulatina recuperación hasta 1999, cuando se logró el más alto nivel de toda la década: 45.5%. Para el 2000 se estima un nuevo descenso a 40.1%.