Durante el año 2001, el llamado Plan Colombia entrará en la fase de aplicación plena. Si se trata de aceptar las versiones del gobierno colombiano, se está en presencia de un plan integral para enfrentar la base del negocio de las drogas mediante la erradicación de los cultivos de coca y la generación de condiciones de desarrollo alternativo, primero en el sur y luego en otras regiones de Colombia; proyecto sustentado aparentemente en un fuerte componente social de atención a la población campesina que habita esas regiones del país. En ese contexto, el Plan sería igualmente expresivo de una suerte de acción multilateral de la comunidad internacional para "ayudar" a Colombia a combatir el flagelo de las drogas ilícitas, con un decidido apoyo inicial de Estados Unidos y luego de los países de la Unión Europea.