El contexto en el cual se realizó el VI Seminario internacional Marx vive, durante los días del 20 al 22 de mayo de 2009 fue excepcional. La economía capitalista mundial asistía a una de las más agudas e intensas crisis de su historia, a dos décadas de la declaratoria del fin de la historia por Francis Fukuyama y de la euforia en torno a la fórmula mágica que habría de regir en adelante el destino de la humanidad: economía de mercado más democracia liberal. "El acontecimiento de la crisis, el poder estudiarla, analizarla y hablar acerca de ella tiene un profundo significado. La crisis reafirma los fundamentos críticos de la reproducción del capitalismo, y muestra —en forma descarnada y violenta— sus límites para ofrecer respuesta a las demandas económicas, políticas, sociales, ambientales y culturales del ser humano; asimismo desvela su gigantesca capacidad destructora de riqueza material e inmaterial. Dados su carácter y sus alcances geográficos y sectoriales, la crisis pone en evidencia que no se trata de una simple disfuncionalidad transitoria -sectorial o geográfica- de los mecanismos de reproducción del sistema. La crisis controvierte en forma certera la posibilidad de una prosperidad capitalista indefinida y líquida con ello la tesis del fin de la historia.