En el lenguaje popular se utiliza la expresión "medir el aceite" para indicar cómo con una acción calculada en realidad se busca valorar una situación determinada o las respuestas que ella puede provocar y entonces sí actuar en consecuencia. Tal parece ser el caso del muy tempranamente fracasado proyecto de acto legislativo (PAL) con el cual un grupo de congresistas de diferentes partidos del establecimiento colombiano, de actividad más bien anodina en las lides parlamentarias, pretendía unificar los periodos del Gobierno Nacional con aquellos de los gobiernos departamentales y municipales, extendiéndolos además a cinco años, y por esa vía prolongar de facto por dos años más el mediocre período presidencial de Iván Duque y del actual Congreso de la República. Lo cual hubiera implicado también la unificiación de las elecciones en todos los niveles.
La iniciativa, que fue gestada por la Federación de Municipios, incidía además sobre los períodos de quienes regentan los organismos de control, la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República, y seguramente hubiera obligado a considerar aquellos de la Junta directiva del Banco de la República y de otras instituciones consagaradas en la Constitución de 1991. Después de la incorporación (transitoria) de la figura de la reelección presidencial, que posibilitó el segundo mandato de Uribe Vélez, en las más de 40 reformas que ha tenido la maltrecha Constitución vigente, esta hubiera sido una de esas que le daba un golpe certero a lo que queda de su espíritu democráticoliberal, por cierto muy manoseado y en las realidades histórico-concretas de sus casi treinta años de existencia poco desarrollado.