La elaboración y puesta en marcha de una agenda alternativa para Colombia –entendida como un proceso de construcción colectiva sustentado en las numerosas elaboraciones y aspiraciones sociales provenientes de las dinámicas y procesos organizativos, políticos y sociales de diversa naturaleza y en el diálogo de saberes– tiene como presupuesto necesario e indispensable a la vez la generación de condiciones para la superación de la violencia, en general, y de la violencia política, en particular.
En lo esencial, se trata de que los conflictos y contradicciones sociales y de clase que le son inherentes al orden existente puedan ser tramitados exclusivamente a través de los recursos que brinda la política y un nuevo marco normativo constitucional y legal emergente, por cuenta de los cuales el despliegue de un proceso de transición democratizadora en diferentes campos y niveles posibilite que los proyectos políticos y sociales de carácter alternativo tengan la posibilidad de ser discutidos, aprehendidos y materializados socialmente, sin que medie el ejercicio estructural de la violencia en sus diferentes expresiones.